Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2017

Abierto en canal

En su año cuarenta y tres de vida, William Stoner aprendió lo que otros, mucho más jóvenes, habían aprendido antes que él: que la persona que uno ama al principio no es la persona que uno ama al final, y que el amor no es un fin sino un proceso a través del cual una persona intenta conocer a otra. Ambos eran muy tímidos y se fueron conociendo despacio, a tientas; se acercaban y se separaban, se tocaban y se retiraban, sin que ninguno quisiera imponer al otro más de lo que le fuese grato. Día a día caían las capas de reserva que los protegían, por lo que finalmente fueron como son los extraordinariamente tímidos: cada uno abierto al otro, sin protección, perfectamente cómodos y sin conciencia de sí mismos. John Williams, Stoner

Formaste las raíces de mi vida entera...

Tú serás mis raíces Tú serás mis raíces y yo seré tu sombra, aunque el sol me queme las hojas. Tú saciarás mi sed y yo te alimentaré con fruta, aunque el tiempo me robe la semilla.       Y cuando esté perdido y no entienda nada de esta tierra       tú me darás esperanza.              Y siempre oirás mi voz.       Y siempre tendrás mi mano. Porque yo te cobijaré. Y te reconfortaré. Y cuando ya no quede nada de nosotros ni siquiera en la muerte, te recordaré. Mark Z. Danielewski, La casa de hojas