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Mostrando entradas de enero, 2009

recuperant Penélopes: «El contestador»

Suena Libertango , de Astor Piazzola. LA MUJER QUE ESPERA , ante la instalación de pequeñas mesas de hierro. Los recuerdos por los suelos, las mesas tumbadas, los restos de una ingenua coquetería construyen un espacio derruido. Voz en off de LA MUJER QUE ESPERA. ─  Hola. No puedo atenderte. Pero, por favor, deja tu mensaje después de la señal. (Silencio) LA MUJER QUE ESPERA.─  Cruzo las piernas. Apoyo el codo en la mesa. Me levanto. Abro la ventana. Entra calor. Cierro la ventana. Vuelvo a sentarme. Abro el monedero. Tiro tickets de compra. Vuelvo a cruzar las piernas. Me duele la cabeza. Solo un poco. No tengo hambre. Coloco la mano bajo la barbilla. Respiro. Resoplo. Un bufido. LA AMIGA DE PENÉLOPE.─  El servicio contestador de Timofónica le informa que no tiene mensajes. LA MUJER QUE ESPERA.─  Bebo un vaso de agua. Tiro la mitad del vaso de agua. Tampoco tengo sed. Me invento excusas. Miro el reloj. No pasa nada. El tiempo es una cuestión relativa. Debería ir al cajero.

el futur es perfila...

L’ Insupportable: ce cri a son bénéfice: me signifiant à moi-même qu’il faut en sortir, par quelque moyen que ce soit, j’installe en moi le théâtre martial de la Décision , de l’Action, de l’Issue. Roland Barthes, Fragments d'un discours amoureux

et je cherche....................

Lo absurdo es creer que podemos aprehender la totalidad de lo que nos constituye en este momento, o en cualquier momento, e intuirlo como algo coherente, algo aceptable, si querés. Cada vez que entramos en una crisis es el absurdo total, comprendé que la dialéctica sólo puede ordenar los armarios en los momentos de calma. Sabés muy bien que en el punto culminante de una crisis procedemos siempre por impulso, al revés de lo previsible, haciendo la barbaridad más inesperada.  Y en ese momento precisamente se podía decir que había como una saturación de realidad, ¿no te parece? La realidad se precipita, se muestra con toda su fuerza, y justamente entonces nuestra única manera de enfrentarla consiste en renunciar a la dialéctica, es la hora en que le pegamos un tiro a un tipo, que saltamos por la borda, que nos tomamos un tubo de gardenal como Guy, que le soltamos la cadena al perro, piedra libre para cualquier cosa. La razón sólo nos sirve para disecar la realidad en calma, o analizar su

Leer entre líneas

La crítica es, para Piglia, una forma posfreudiana, críptica de la autobiografía. La crítica como culminación contemporánea de la tradición inaugurada por las Confesiones de Rousseau. Dice Piglia sobre la crítica:  « alguien escribe su vida c uando cree escribir sus lecturas » . En otras palabras, la operación hermenéutica sobre la escritura ajena sería nada más que el movimiento de lo vivido, de la experiencia del crítico (su  « biós » ) intentando alegorizarse en esos  « graphei »  firmados por otro. [...] Para Piglia la crítica sería el proceso de autoalegorización de un sujeto en la escritura ajena. La manera más productiva de leer la crítica sería rastrear esas trazas autobiográficas presentes en la elección y el análisis de los textos literarios. Idelber Avelar, « Para un glosario de Ricardo Piglia » ( Crítica Cultural ) Je l'ai déjà dit . Queda inaugurat aquest blog literari [de cites].