Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2011

Vila-Matas again

Miro hacia atrás en mi vida y solo se me ocurre decir que el tiempo es pérfido, nos hace creer que nunca pasa, y cuando miramos atrás ha pasado demasiado aprisa, aunque no lo suficiente como para no ser ahora consciente de que siendo yo uno, ha estado, a lo largo de todo este tiempo, otro siempre en mí, llamémosle Mastroianni. [...] Todos pensamos muchas tonterías o cosas absurdas a lo largo de un día, pero estas generalmente no salen a la luz. Son pensamientos que enterramos y que generalmente olvidamos para poder pensar más tonterías. En fin.   Enrique Vila-Matas, « Mastroianni-sur-Mer » ( Una vida absolutamente maravillosa )

Recuerda

Todo me parecía tan hermoso, tanto más hermoso que las cosas de la ciudad, que cada año me repetía a mí misma: « Anna, nunca viste algo tan bonito como esto, intenta recordarlo, intenta memorizar todas las cosas maravillosas que estás viendo y de este modo siempre estarán contigo, incluso cuando ya no puedas verlas » . Creo que nunca miré el mundo con tanta atención, como en aquellos viajes en tren hacia el norte. Quería que todo me perteneciera, que toda la belleza pasara a formar parte de mí misma, y recuerdo cómo me afanaba en recordarlo, intentando guardarlo para más adelante, atraparlo para cuando realmente lo necesitara. Paul Auster, El país de las últimas cosas

Todo queda por delante

El miedo, el miedo de cabeza de hidra, que se da ferozmente en todos nosotros, es una resaca procedente de formas de vida inferiores. Estamos a caballo entre dos mundos: aquel del que hemos surgido y aquel al que nos dirigimos. Ése es el significado más profundo de la palabra « humano » , el de que somos un eslabón, un puente, una promesa. En nosotros es en quienes el proceso de la vida llega a su realización. Tenemos una responsabilidad tremenda y su gravedad es lo que nos infunde el miedo. Sabemos que, si no avanzamos, si no realizamos nuestro ser potencial, recaeremos, farfullaremos y arrastraremos el mundo con nosotros. Llevamos el Cielo y el Infierno dentro de nosotros; somos los constructores cosmogónicos. Podemos optar y nuestra esfera de acción es toda la creación.  [...] No hay sitios donde ir: ni a por premio ni a por castigo. El lugar es siempre aquí y ahora, en tu propia persona y de acuerdo con tu propia fantasía. El mundo es exactamente lo que imaginas que es, siem