Laissez faire, laissez passer...

Debemos desarrollar una actitud de no resistencia al mundo;
lo negativo es negativo,
lo positivo es positivo,
las cosas son.
Las cosas aparecen, se transforman,
y luego cesan simplemente de existir;
el mundo exterior, en cierto modo, viene dado.

El ser perceptivo es parecido a un alga,
una cosa repugnante y muy blanda,
fundamentalmente femenina
y es eso lo que debemos alcanzar
si es que queremos hablar del mundo
simplemente, hablar del mundo.

No hemos de parecernos a quien trata de plegar el mundo a sus deseos,
a sus creencias
pese a ello nos está permitido tener deseos,
e incluso creencias
en número limitado.
Después de todo, formamos parte del fenómeno,
y, a título de ello, somos eminentemente respetables.
Como los lagartos.

Como los lagartos, nos calentamos al sol del fenómeno
esperando la noche
pero nosotros no nos batiremos,
nosotros no debemos batirnos,
nosotros estamos en la posición eterna del vencido.

Michel Houellebecq, «El sentido de la lucha»
(en Poesía)

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