Un petit regal (que m'han fet)

«No me importa que llueva en verano. Hasta me gusta. Es mi lluvia favorita»«¿Tu lluvia favorita?», dijo Thea. Recuerdo que frunció el ceño sopesando aquellas palabras, y luego exclamó: «Pues la mía es la lluvia antes de caer». Rebecca se sonrió al oír aquello, pero yo dije (en plan pedante, supongo): «Pero, cielo, antes de caer, en realidad no es lluvia». Y Thea me dijo: «¿Y entoncés qué es?». Y yo le expliqué: «Pues es solo humedad. Humedad en las nubes. [...] ¿Entiendes entonces que no existe la lluvia antes de caer? Tiene que caer para que sea lluvia». Era una tontería explicarle aquello a una niña pequeña; casi me arrepentía de haber empezado. Pero por lo visto Thea no tenía ningún problema en captar la idea; más bien al revés, porque al poco rato se quedó mirándome y meneó la cabeza con gesto de pena, como si discutir aquellas cosas con una idiota estuviera poniendo a prueba su paciencia. «Ya que no existe», dijo. «Por eso es mi favorita. Porque no hace falta que algo sea de verdad para hacerte feliz, ¿no?». Luego echó a correr hacia el agua sonriendo abiertamente, encantada de haberse salido con la suya gracias a su propia lógica.


Jonathan Coe, La lluvia antes de caer

Comentarios

  1. Me n'alegro del teu retorn i ha anat de poc que no et borrés com a enllaç del meu bloc -volia fer-ho demà, és que estic preparant un canvi d'escenografia-.

    M'agrada això de la pròpia lògica, jo estic intentant buscar la meva.

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