No era una pregunta, pero...
Laura no debía leer la carta de mamá. [...] De cuando en cuando se pierden cartas; ojalá esta se hubiera ido al fondo del mar. [...] Al bajar del autobús en la rue de Rennes se preguntó (no era una pregunta, pero cómo decirlo de otro modo) por qué no quería mostrarle a Laura la carta de mamá. No por ella, por lo que ella pudiera sentir. No le importaba gran cosa lo que ella pudiera sentir, mientras lo disimulara. (¿No le importaba gran cosa lo que ella pudiera sentir, mientras lo disimulara?) No, no le importaba gran cosa. (¿No le importaba?) [...] Y le importaba por él, naturalmente, por el efecto que le haría la forma en que a Laura iba a importarle la carta de mamá.
Julio Cortázar, Cartas de mamá
Comentarios
Publicar un comentario